Nuestros ojos reflejan, más que ninguna otra zona del cuerpo, el paso de los años. El exceso de piel, las bolsas de grasa que protruyen de nuestros parpados y la forma caída de los mismos son signos inequívocos de envejecimiento. Por suerte, existen técnicas quirúrgicas para devolverle al ojo su aspecto juvenil y lozano. Estas técnicas las podemos englobar con el término blefaroplastia y consisten en eliminar el exceso de grasa y corregir las bolsas de grasa y la forma caída de los párpados.
Esta cirugía consiste en retirar el exceso de piel, corregir las bolsas debajo de los párpados, mejorar la tensión del musculo orbicular y subir los tejidos caídos. Los cambios producidos por la blefaroplastia son impresionantes y se ha convertido en una de las cirugías de mayor demanda en la actualidad. Consisten en corregir el exceso de piel y las bolsas debajo de los párpados.
Duración del procedimiento:
25 minutos aproximadamente.
Efectos secundarios:
Tras la blefaroplastia puede aparecer inflamación o incomodidad temporal, equimosis (hematomas). Temporalmente: lagrimeo, defecto en el cierre palpebral en los primeros días, tirantez en la piel, irritación y picor ocular, fotofobia, alteración pasajera de la sensibilidad de la piel. Estos efectos secundarios pueden aparecer en la siguientes 4 ó 5 semanas. A largo plazo sindrome de ojo seco, requiriendo gotas por unas semanas.
Riesgos:
Temporalmente visión doble o borrosa, hematoma, infección, lagrimeo por los ángulos externos de los párpados, hemorragia subconjuntival milium o granos blancos de grasa en cicatrices palpebrales, dificultad en el cierre palpebral (normalmente pasajero), ectropion (que puede ser temporal o que requiera una cirugía secundaria), ceguera (extremadamente rara).
Recuperación:
En 2-3 días cuidados domiciliarios. De 7 a 10 días vuelta al trabajo. En 3-4 semanas se vuelve a una vida normal. Es posible que las equimosis puedan durar varias semanas.
Duración de los resultados:
Duradero.